Un desayuno delicioso con productos de km 0.

Si decides quedarte aquí, pregunta por las habitaciones en el primer piso para evitar ruidos y tener mejor privacidad al desayunar.

el mejor lugar para explorar el encanto de begur

Disfruté cada momento de mi estancia, especialmente porque está a menos de 5 minutos a pie de la hermosa Platja Fonda y también en una zona repleta de opciones gastronómicas como Fonda Caner o Sa Taverna, donde cada comida fue una delicia. los anfitriones Santi y Helena son adorables, lo que hizo que me sintiera como en casa, pero mejor.

Ojito con esta reseña…

Este hotel es un verdadero encantador. Las habitaciones son espaciosas y luminosas, perfectas para relajarse. El desayuno es casero y delicioso, con productos de proximidad que sorprenden. Además, la atención al cliente es excepcional y se nota que el personal se preocupan por cada detalle. Un lugar perfecto para una escapada romántica.

Jardín interno con flor de la pluma, decoración romántica, ubicación en casco antiguo

Que falta una nevera en las habitaciones!!! Unos cuadros o repisas para las llaves ayudarían a dar un toque más acogedor. El jabón del baño es gel y champú todo junto, algo que realmente debe mejorarse!!!

Desayuno variado y natural.

El cluc hotel es un lugar encantador y acogedor con una cama súper cómoda. Está ubicado en el centro del casco antiguo, perfecto para moverse a pie y disfrutar de los bares y restaurantes. Además, el desayuno es espectacular, con productos homemade que realmente destacan. La limpieza y el orden también son un plus que aprecio mucho.

Lo recomendaría, aunque las habitaciones son un poco pequeñas.

el alojamiento en el cluc hotel es puro amor, la ubicación en el centro de begur es genial para pasear y cenar. el desayuno es espectacular, con productos caseros y un patio lleno de plantas. la atención es super buena, como si estuvieras en casa, sin dudas es un lugar muy acogedor. además, cuentan con un bar honesto que está muy cool.

la habitación era un poco pequeña y ahí no había nevera. también había algo de ruido por las paredes delgadas.

Pasar una noche aquí fue una experiencia encantadora. Me encantó disfrutar del desayuno con productos artesanales y relajarme en el acogedor jardín mientras leía un buen libro. Sin embargo, la ventana de nuestra habitación daba directo a la zona de desayuno, lo que hizo un poco complicado ventilar, pero no restó valor a nuestra estancia. 😊

Con encanto y atención top

El hotel tiene un aire super acogedor, me encantaron los pisos de piedra y el desayuno está buenísimo, con quesos y fiambres artesanales. La cama era mega cómoda, aunque la habitación era un poco pequeña. El personal se nota que cuida cada detalle, lo que hizo nuestra estancia aún más especial para la celebración de cumpleaños de mi madre.

El hotel Cluc tiene un ambiente encantador. Cada habitación tiene detalles decorativos que denotan esfuerzo y cuidado. La cama era muy cómoda, perfecto para descansar después de un día explorando. Disfruté mucho el desayuno, con productos locales y naturales, era difícil resistirse a cada opción. El jardín con la flor de la pluma es un rincón ideal para relajarse. Sin embargo, noté que las habitaciones eran un poco pequeñas. La falta de mesa y la única silla hacía que trabajar sobre la cama fuera complicado. Además, el ruido proveniente de la recepción y el área del desayuno a primera hora de la mañana interrumpía un poco la tranquilidad. A pesar de esto, el trato cálido del personal siempre fue un punto positivo que destacó en mi estancia. En resumen, un lugar con encanto, que podría mejorar algunos aspectos de sus habitaciones.

Las habitaciones son acogedoras y el bar de honor ofrece opciones refrescantes. Personalmente, disfruté de los encantadores paseos por las calles de este lugar.

me sentí muy a gusto y libre de pedir cualquier tipo de ayuda, no tengo ninguna queja en absoluto

La habitación era bastante acogedora, con una cama extragrande y muy cómoda. Aunque no era muy grande, estaba impoluta y tranquila. Me encantó el detalle en la decoración, se notaba que cuidaban cada aspecto. Además, la luz natural que entraba era perfecta para crear un ambiente relajante. Un par de cosas a mejorar, un poco más de espacio para moverse y sería ideal tener una nevera. Pero, en general, muy a gusto.

Ubicado en un edificio con encanto, el servicio es muy amable y el desayuno es excepcional con productos caseros. Aunque las habitaciones son algo pequeñas y puede haber un poco de ruido por las paredes delgadas. Es un buen lugar para disfrutar de la tranquilidad y está cerca del campo de golf.